En el entrenamiento se habla de fuerza, potencia y técnica, pero pocas veces se menciona el verdadero centro de control de todo lo que ocurre: el sistema nervioso central (CNS).
Entender cómo funciona y cómo afecta tu rendimiento es fundamental para cualquier atleta que busque entrenar con criterio, no solo con intensidad.
¿Qué es el Sistema Nervioso Central?
El sistema nervioso central está compuesto por el cerebro y la médula espinal. Su función principal es interpretar la información del entorno y coordinar las respuestas del cuerpo.
Cada contracción muscular, cada ajuste de equilibrio y cada decisión durante un entrenamiento depende de él.
En términos simples, el CNS traduce los estímulos del mundo exterior en acción física. Es el sistema que conecta lo que percibís con lo que hacés.
Hay dos sistemas que regulan tu activación:
simpático y parasimpático
Dentro del sistema nervioso autónomo, encontramos dos ramas con funciones opuestas pero complementarias:
Sistema simpático:
activa el cuerpo ante el esfuerzo o el estrés.
Durante el entrenamiento, es el responsable de aumentar la frecuencia cardíaca, liberar adrenalina y preparar al organismo para rendir.
Sistema parasimpático:
promueve la recuperación y el equilibrio.
Es el que restaura, repara y permite que el cuerpo asimile la carga después del entrenamiento.
Saber reconocer en qué estado estás, simpatico o parasimpatico, te permite ajustar tu entrenamiento, tu descanso y tu enfoque mental para evitar sobrecarga y mejorar el rendimiento real. Idealmente deberías de regresar al estado parasimpático lo más rápido posible después de un entrenamiento intenso.
Conclusión
El rendimiento no depende solo del cuerpo y sus capacidades, sino de la habilidad del sistema nervioso para activarse y recuperarse con precisión.
Entenderlo y saber en qué estado estás es parte de entrenar con inteligencia.
Al final, la fuerza, la técnica y la potencia son solo expresiones de un sistema nervioso que sabe cuándo acelerar y cuándo relajarse.
